Nuestro enfoque terapéutico

El enfoque terapéutico se refiere a la forma de conceptualizar y abordar los problemas psicológicos. Para nosotros es fundamental ofrecer a nuestros consultantes intervenciones centradas en la generación de habilidades para la flexibilidad psicológica, por ello, nos encontramos en constante actualización sobre las terapias con respaldo científico y que actualmente muestran mayor eficacia. 

Terapia de Aceptación y Compromiso

La Terapia de Aceptación y Compromiso (ACT, por sus siglas en inglés), ofrece una concepción de la psicopatología alternativa a las tradicionales en la que los síntomas dejan de ser el problema a eliminar y en su lugar se identifican las formas en que las personas lidian con los síntomas y la manera en que responden a sus emociones, pensamientos y situaciones del contexto como parte central del desarrollo y mantenimiento de los problemas o trastornos psicológicos.

El objetivo principal de ACT es el desarrollo de flexibilidad psicológica entendida como:

“La capacidad de sentir y de pensar con apertura mental, de asistir voluntariamente a la experiencia del momento presente y de avanzar en las direcciones que son importantes para nosotros, al tiempo que forjamos hábitos que nos permiten vivir de un modo congruente con nuestros valores y aspiraciones. Se trata de aprender a no evitar lo que nos resulta doloroso y a aproximarnos al malestar de otra forma, para poder vivir una vida llena de sentido y de propósito.” (Hayes, 2020)

Dos de los componentes principales de la terapia son, como su nombre lo dice, la aceptación y el compromiso. Desde este modelo, la aceptación consiste en la habilidad de asumir plenamente la experiencia personal, con apertura mental y curiosidad. El compromiso implica la elección consciente de actuar una y otra vez guiándonos por lo que valoramos, para acercarnos a la persona que deseamos ser y hacia una vida significativa. Combinados, estos componentes no solo nos ayudan a superar problemas vitales específicos, como la depresión, ansiedad, el dolor crónico o el abuso de sustancias, sino que nos permiten llevar una vida más sana y significativa. Promueven la prosperidad.

Activación conductual

La Activación Conductual (AC) es una terapia desarrollada para el tratamiento de la depresión y prevención de su recaída que se centra directamente en el cambio conductual. 

Contrario a la creencia popular, la depresión no es una emoción o sentimiento. Una persona no se siente deprimida, aunque con frecuencia se menciona así. Una mejor forma de entender la depresión es como la ausencia de emoción. Se caracteriza como una experiencia de entumecimiento y apatía hacia sí mismo, hacia otros y hacia el mundo. La depresión suele funcionar como una forma de evitación, como una manera de no afrontar todas las emociones complejas que las situaciones de la vida presentan. 

La AC se interesa tanto en los eventos que ocurren en la vida de la persona, como en las respuestas a tales eventos por parte de la persona. Eventos y respuestas constituyen la situación depresiva. La situación depresiva es, por decirlo en términos simples, cuando hay una disrupción de la vida cotidiana, de un modo que hay muy pocos alicientes de la vida (situaciones y momentos que permitan la sensación de avance, de satisfacción, crecimiento y finalmente de sentido) y, por otro lado, hay demasiados inconvenientes, incluyendo la tristeza, la desmoralización y la desesperanza. 

Por lo general, la mayoría de personas cree que tiene que “sentirse mejor” para entonces retomar las actividades que le eran valiosas e importantes. Sin embargo, es difícil lograr sentirse mejor, cuando todo lo importante ha sido dejado de lado. Es por esto que la AC se centra en ayudar a los consultantes a ser más activos y a involucrarse en pasos que permitan el cambio deseado. No se trata de “hacer por hacer”, sino de involucrarse en cosas específicas que puedan ayudar a experimentar más recompensas y a resolver problemas concretos de la vida. 

Psicoterapia Analítica Funcional

La Psicoterapia Analítica Funcional (FAP, por sus siglas en inglés) es una terapia conductual, que se caracteriza por explotar la relación terapéutica al servicio de ayudar a los clientes con problemas que tengan que ver fundamentalmente con las relaciones interpersonales.

La FAP concibe la relación terapéutica como una interacción peculiar, en la que las historias de la vida complejas de los consultantes entran en contacto y se reflejan en la relación terapeuta-consultante, de forma que la relación terapéutica se vuelve el medio y contexto en el que se pueden identificar y modificar la conductas inefectivas. 

Se trata de un proceso interpersonal, en el que el consultante puede experimentar con diferentes formas de responder y por tanto, aprender y trasladar estos aprendizajes a sus relaciones fuera del consultorio. 

“Las personas más satisfechas son aquellas que están en contacto consigo mismas y tienen relaciones fluidas con los demás. Son capaces de hablar compasivamente de sus verdades y dones y son plenamente capaces de dar y recibir amor. La FAP se centrará en potenciar lo mejor de ti mismo. Para hacer esto, debes estar en contacto contigo mismo a un nivel básico referido a necesidades, sentimientos, ansias, miedos, valores, sueños, misiones, etc. Tendrás la oportunidad de aprender cómo expresarte plenamente, afligirte, desarrollar atención plena y crear mejores relaciones.”

(Pérez Álvarez, 2014)

Mindfulness

En años recientes la psicología clínica ha mostrado un creciente interés en el mindfulness, dado el efecto positivo que se ha encontrado en intervenir con éste diferentes tipos de trastornos y problemas psicológicos como perturbación del estado de ánimo, trastornos de ansiedad, manejo del estrés, regulación emocional, entre otros. Algunas veces se traduce como atención plena o consciencia plena.

El mindfulness se define como:

“El proceso de prestar atención de una manera particular; con propósito, en el momento presente, y sin juzgarla” (Jon Kabat-Zinn, 1994)

Desde las aproximaciones contextuales, como la Terapia de Aceptación y Compromiso, el mindfulness es utilizado como un proceso para que los consultantes puedan relacionarse de una manera más flexible y funcional con el ambiente y con su experiencia personal. Para esto, puede practicarse a partir de ejercicios experienciales o ejercicios de meditación guiada. Esta intervención no constituye un protocolo único, sino que son actividades que se seleccionan según el objetivo del terapeuta o del investigador que implican el seguimiento de instrucciones guiadas y la práctica personal.

Entre los ejercicios que podrían incorporarse a tu tratamiento podrían encontrarse algunos que fomenten que la atención a las experiencias internas que ocurren en

cada momento, tales como: sensaciones corporales, pensamientos y emociones. Otros fomentan la atención a los aspectos del medioambiente, como imágenes y sonidos. 

Terapia cognitivo - conductual 

Entre 1960 y 1970 Aaron Beck desarrolló una forma de psicoterapia originalmente llamada terapia cognitiva. Este término muchas veces  se utiliza como sinónimo de terapia cognitivo conductual o CBT por sus siglas en inglés (Cognitive Behavior Therapy). Originalmente Beck diseñó este tipo de psicoterapia, cuyas principales características son que tiene una estructura, es de corta duración y está orientada al presente, para tratar la depresión. Actualmente, gracias al trabajo de muchos colegas en el campo de la psicología clínica y de la investigación, la terapia cognitivo conductual se ha diversificado y adaptado exitosamente para atender una gran variedad de problemas psicológicos. Estás adaptaciones han cambiado el objetivo, las técnicas y la duración del tratamiento pero los fundamentos teóricos han permanecido constantes.

El terapeuta que trabaja con cualquier forma de CBT derivada del modelo de Beck tiene como principal objetivo ayudar a su consultante a identificar sus creencias maladaptativas o problemáticas, así como patrones de conducta y factores que le dificultan llevar una vida plena, para que de manera colaborativa, ambos, terapeuta y consultante, logren que este último realice los cambios en su vida cotidiana que le ayuden a alcanzar sus objetivos y vivir una vida plena.

El modelo en el que se fundamenta la terapia cognitivo conductual propone que los pensamientos disfuncionales, los cuales influyen en las emociones y conductas de las personas, se encuentran comúnmente en todos los  trastornos psicológicos. Por ello, cuando las personas aprenden a evaluar sus pensamientos de una manera más realista y adaptativa experimentan una disminución significativa en experimentar emociones perturbadoras y en tener conductas problemáticas. Por ejemplo, si yo me siento demasiado triste, desanimado  y estoy teniendo problemas para concentrarme, quizá incluso estoy deprimido, y por ello olvidé  pagar el recibo de la luz y me quedé sin energía eléctrica. Es probable que en mi mente aparezcan pensamientos (en palabras o imágenes) parecidos a “no se hacer nada bien”. Y estos pensamientos que aparecen en mi mente me llevan a sentirme aún más triste (emoción perturbadora) y a quedarme tirado en la cama pensando (conducta problema). En terapia el terapeuta buscará ayudarte a evaluar la validez de este pensamiento y a que veas la situación desde una perspectiva diferente que te ayude a sentirte menos triste y a comprometerte con una conducta más funcional.

Referencias:

  • Pérez Álvarez, M. (2014). Las terapias de tercera generación como terapias contextuales. Síntesis.

  • Hayes, S. (2020). Una mente liberada. La Guia Esencial de la Terapia de Aceptación y Compromiso (ACT). Bern: Paidós.

  • Munoz-Martinez, A. M., Monroy-Cifuentes, A. L., & Torres-Sanchez, L. M. (2017). Mindfulness:¿ proceso, habilidad o estrategia? Un análisis desde el análisis del comportamiento y del contextualismo funcional. Psicologia USP, 28, 298-303.

  • Strosahl, K. D., Robinson, P. J., & Gustavsson, T. (2015). Inside this moment: A clinician's guide to promoting radical change using Acceptance and Commitment Therapy. New Harbinger Publications.

  • Beck, Judith S. (2021). Cognitive Behavior Therapy: Basics and Beyond. Third Edition. The Guilford Press.

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